Para esta Navidad quiero pedir que ganemos la Copa Mundial de la Paz, el Desarrollo y la Prosperidad.
Que hagamos una línea de cinco contra la Pobreza, no sólo para contenerla y que no avance, sino para que retroceda y doblegarla con un ataque con huevos, gambeta y toque, por todos los frentes, por el medio y por las puntas, convirtiendo los goles con nuevos trabajos, para gritar al Cielo que podemos ser muchos mejores.
Que podemos creer en nosotros mismos y que el peor adversario es el miedo. Porque sin temor, no tenemos rivales invencibles. Que no somos ni los mejores, ni los peores, pero que si nos organizamos somos muy buenos y no tenemos techo.
Pero para ganar la Copa tenemos que entrar TODOS a la cancha. Ponernos la Diez y tirar caños cuando se pueda y barrer al piso cuando sea necesario. Cada uno hará lo que mejor sepa. Porque un partido se puede ganar con algunos, pero la Copa Mundial se gana con todos. Seremos los muchachos de la Argentineta, ese equipo que se construirá de abajo hacia arriba, con la sociedad civil como punta de lanza.
Todos participarán para jugar, entramos a la cancha todos abrazados y dándonos aliento, y todos incluidos adentro del campo de juego seremos invencibles.
Porque no sirven las Copas con la gente afuera. Para ganar hay que estar todos adentro de la cancha. Salgamos a la cancha entonces… En este equipo nadie es mejor que nadie. NO hay suplentes, todos son titulares. Porque somos todos y todos somos cracks para algún puesto. El que mejor nos salga, el que mejor sentimos.
Soñemos con una sociedad con valores y clamemos al Cielo por un equipo que sabrá encontrarle el puesto a cada jugador. Que saldrá a la cancha levantando las banderas de los valores del esfuerzo, el sacrificio, el orden, la disciplina, la sobriedad, la austeridad, el respeto y el amor al otro, la amistad social, la capacitación y el entrenamiento permanente. Capacidad, entrega y mentalidad ganadora.
Todos los días, de sol a sol, para convencer a los pibes de que pueden ser Messi, Fernández, Martínez y Alvarez, cada uno en su puesto, pero con la misma sed de triunfo y de Gloria, para ellos, de que pueden sacar lo mejor desde adentro de sus entrañas, con alma, vida y corazón, para su familia, sus hijos y sus padres. Vamos por nuestra cuarta estrella, vamos por otro Mundial, el de la Paz, el Trabajo, el Desarrollo y la Prosperidad. FELIZ NAVIDAD !