El 99,88% se reconoce “hombre” o “mujer” y sólo el 0,12% se asume con otro género diferente. El decreto 721 del 3/9/2020 obligó al Estado a reservar un cupo de 1% de los cargos públicos
El gobierno de Alberto Fernández sufrió una derrota cultural. La primera conclusión del Censo 2022 es que la sociedad no compró la ideología de género que tanto se esmera en instalar. El 99,88% de los ciudadanos se reconocen “hombre” o “mujer” mientras que sólo el 0,12% se asume con otro género diferente: «X – ninguno de los anteriores». El relato de que existe una amplia diversidad de género llegó a su fin.
Son 0,12 cada 100 personas, o 1,2 cada 1000, o 12 cada 10.000. Si el censo sirve para diseñar o modificar políticas públicas para los grandes colectivos representativos, el Presidente debería derogar el decreto 721 del 3/9/2020, que obligó al Estado a reservar un cupo de al menos el 1% de los cargos públicos “a personas travestis, transexuales y transgénero que reúnan las condiciones de idoneidad”.
Las personas que se reconocen de esas categorías o como «X -ninguno de los anteriores» son el 0,12% de la población, según los datos preliminares del Censo 2022 publicados por el Indec (ver aparte). No llegan al 1% para justificar el cupo fijado para cargos públicos. Son exactamente 8,3 veces menos que el cupo fijado.
Ver decreto del cupo lgtb en cargos públicos:
https://www.argentina.gob.ar/normativa/nacional/decreto-721-2020-341808/texto
Por lo tanto, ese piso del 1% para cargos públicos ahora se demuestra sobreestimado y está vigente para cargos públicos que implican recursos del Estado que son de todos. Por lo tanto, para cumplir el decreto, habría que multiplicar por 8 artificialmente a los que se perciben como de otros “géneros”. Un disparate mayúsculo y demencial.
Fuera del 0,12% que se asumió como «X-Ninguno de los anteriores», el otro 99,88% se reconoció como «mujer” o “varón”. El engaño llega su fin. Para ellos, no existen “más de 100 géneros” sino dos sexos bien definidos y que son comunes a todo el reino animal y son la base de la preservación de las especies: hombre y mujer, macho o hembra. No hay nada nuevo bajo el sol. Fin del relato.
El intento de cambiar el orden natural o de reinventar una ingeniería social y cultural falsa es sospechosa de otros intereses y negocios. Se encubre bajo una pantalla de corrección política denominada “perspectiva de género” como teoría que intenta hacer creer al mundo que la sexualidad es algo relativo y que por lo tanto se pueden inventar infinidad de «géneros», tantos como la imaginación o la “autopercepción” lo disponga.
Pero los datos preliminares del Censo 2022 matan cualquier relato y son contundentes:
Población total 47.327.407 personas. Se definieron como:
*Varón: 47,05% = 22.267.545 ciudadanos.
* Mujer: 52,83% = 25.003.069 ciudadanas.
* X-Otro: 0,12% = 56.793 personas.
Esos datos confirman:
1-Hay más mujeres que hombres, nada nuevo.
2-El 99,88% se reconoce “HOMBRE” O “MUJER”
3-Lo obvio: existen dos sexos y no más de 100 géneros.
No tengamos miedo a la censura de decir que el cielo es celeste o el pasto es verde. Además de derogar a la brevedad el decreto 721/2020, también se debería revocar la resolución del “cupo trans” del 1% del Banco Nación dispuesto en agosto de 2020.
Cupo trans del Banco Nación:
https://www.argentina.gob.ar/noticias/el-banco-nacion-establecio-el-cupo-laboral-para-personas-trans
Además, hay que terminar con la política de deformar en las escuelas públicas y en los organismos del Estado el idioma español con las letras «e» o la “x” en donde no van, con lo cual inducen maliciosamente a nuestros hijos al error.
El mal llamado «lenguaje inclusivo» pretendía denominar con un género amplio a una supuesta vasta diversidad de personas no reconocidas en el masculino y el femenino y que ahora se sabe son sólo el 0,12%, un «colectivo» demasiado insignificante como para cambiar una lengua como la española.
Los cargos públicos y la lengua española no pueden ser usados para hacer política. Para lograr la inclusión real, la política indicada es la «educación» y el «trabajo» y no fomentar el disparate ideológico y mentiroso de deformar el idioma y enseñarles a nuestros hijos contenidos pedagógicos falsos.
Ya hicieron demasiado daño. Inventaron un falso «lenguaje inclusivo», cambiaron documentos oficiales en los ministerios, agregan X y E donde no se deben escribir, crean ministerios de “diversidad y géneros”, destinan recursos del Inadi y otros organismos públicos, nombran agregados culturales, reforman los programas de la educación, adoctrinan a nuestros hijos con la falsa idea de que existen «100 géneros» y no 2 sexos, les intentan confundir la identidad, y a la hora de la verdad el Censo les mostró la realidad: el 99,88% es hombre o mujer. Catastrófico plebiscito para la ideología de género. El tiro salió por la culata. Fin del relato.