Asediado por la asfixiante crisis económica y social, los malos resultados electorales y las contradicciones en el Frente de Todos, el presidente Alberto Fernández sacudió el esquema de planes sociales: barrió con la idea original de la Tarjeta Alimentar para aplicarla a todo tipo de consumos, y no sólo alimentos, y firmó el decreto 711, que será publicado este martes en el Boletín Oficial para buscar convertir a los planes sociales en trabajo registrado.
“Hoy el foco de la campaña está puesto en convertir a los beneficiarios de planes sociales en trabajadores, por eso le pegamos un sacudón al esquema de planes sociales”, dijo a A24.com un funcionario del entorno de Alberto Fernández. La preocupación por las elecciones del 14 de noviembre es extrema.
Como telón de fondo están las tensiones con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. La desesperación es evidente. La Tarjeta Alimentar era el instrumento del Presidente para eliminar el hambre en la Argentina apenas asumió el 10 de diciembre de 2019. Consistía en un monto por hijo para comprar sólo alimentos. Se integrará ahora a la AUH y servirá para cualquier compra. Se busca incentivar el consumo paralizado.
La desesperada búsqueda de votos y de un liderazgo
La política de planes sociales sin contraprestación laboral y falta de trabajo es una de las preocupaciones más patentes que registran en los focus groups los estrategas de campaña del Frente de Todos liderados por el catalán Antoni Gutiérrez Rubí.
Por todos los frentes, el Presidente busca réditos electorales en un momento de enfrentamiento interno en el Frente de Todos, que quedó expuesto con la celebración de tres actos diferentes en el peronismo por el Día de la Lealtad y con el «fuego amigo» entre todos los sectores del oficialismo.
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