La principal negociadora es Vilma Ibarra por el marco legal. El gobierno de Alberto Fernández negocia con el laboratorio Pfizer la posibilidad de traer la vacuna norteamericana a la Argentina y confía en que podrá lograrlo cuando “baje el ruido político” alrededor del conflicto. Además, no descarta hacer cambios en la ley de vacunación que objeta el laboratorio.
La principal negociadora con Pfizer es la secretaria legal y Técnica, Vilma Ibarra, la mano derecha del Presidente en materia de asesoramiento legal para cuidarle las espaldas con los decretos y proyectos de ley. También participan la ministra de Salud, Carla Vizzotti, y la asesora presidencial Cecilia Nicolini. Pero Ibarra es la que lleva adelante los estudios legales, que son el foco del conflicto.
“No descartamos nada y se puede analizar la ley. Queremos traer la vacuna de Pfizer porque es una muy buena vacuna”, dijo a La Nueva República un alto funcionario de estrecha relación con el Presidente y con Vilma Ibarra.
“Se está negociando en la más absoluta confidencialidad y por eso no podemos decir nada. Lo único que decimos es que no es la palabra negligencia lo que habría que modificar de la ley. Pfizer no dice eso, sino otra cosa que no podemos dar a conocer por confidencialidad”, dijo un alto colaborador del Presidente en los pasillos de la Casa Rosada.
Alberto Fernández recibió el 10 de julio de 2020 en la residencia de Olivos al gerente general de la compañía farmacéutica Pfizer, Nicolás Vaquer, y al director científico de la Fundación INFANT, Fernando Polack. En ese momento le comunicaron que la Argentina había sido seleccionada para llevar adelante una de las fases de prueba de la vacuna contra COVID-19 y se llegaron a hacer 6000 pruebas en el Hospital Militar.
Pero luego el Gobierno rompió las negociaciones por causas aún no explicadas y así no pudo acceder a 13 millones de vacunas que estaban reservadas para nuestro país. En cambio se aceleró la negociación con el laboratorio AstraZeneca-Oxford y con el Instituto Gamaleya de la Federación Rusa para la vacuna Sputnik V.
“Creemos que se va a conseguir una solución al conflicto, pero no mientras el tema siga en el candelero. Cuando baje el ruido sobre la vacuna vamos a llegar a una solución”, señalan en el entorno presidencial. En ese sentido, no se descarta que haya que modificar la ley o emitir un nuevo decreto. “Si hay que cambiar algo se cambia, no somos prejuiciosos”, deslizaron enigmáticamente.