El entorno del Presidente considera que llegará al día de las elecciones con al menos la mitad de la población nacional vacunada. El gobierno de Alberto Fernández ingresó en una etapa de optimismo por la llegada de vacunas y la postergación de las elecciones. Estima que la urgencia sanitaria irá desapareciendo de la agenda electoral. Aunque los casos por ahora no bajan, bajarán en el futuro. Sin embargo, el kirchnerismo duro considera que ahora hay que resolver la caída del poder adquisitivo por la inflación, el Talón de Aquiles del plan electoral, por lo cual se esperan más medidas para el bolsillo pero no se saben cuáles.
Según pudo saber A24.com, el entorno del Presidente considera que llegará al día de las elecciones con al menos la mitad de la población nacional vacunada y que la épica del plan de vacunación se sobreprondrá a los ataques de la oposición. La postergación de las PASO al 14 de septiembre y las generales al 12 de noviembre buscaba el objetivo de facilitar la vacunación antes de ir a votar.
Pero el Instituto Patria pulsea ahora para que los fuertes ingresos por las retenciones, aumento de los precios de los commodities y el impuesto a la riqueza se repartan entre la gente.
De esto hablaron durante su “cumbre” el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof. El Pacto Guzmán-Kicillof consistió en que Hacienda enviará más recursos a la provincia que define la suerte de las elecciones y así se aplaca el largo enfrentamiento por visiones diferentes sobre la economía. En contrapartida, el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, descartó nuevamente la restitución del IFE y dijo que sólo se distribuirá el Repro y la Tarjeta Alimentar para socorrer a los damnificados por la caída de actividad por el Covid. Pero se esperan otras medidas.
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