Con la campaña electoral como telón de fondo, la decisión fue extremar la pelea con la oposición. El presidente Alberto Fernández cedió a las presiones del Instituto Patria y en su discurso de apertura de sesiones ordinarias del Congreso adoptó la agenda de la vicepresidenta Cristina Kirchner para controlar al Poder Judicial con el objetivo de mantener la unidad en el Frente de Todos para encarar e intentar ganar -unidos- las elecciones legislativas de este año.
Según pudo saber A24.com de altas fuentes oficiales, el jefe del Estado lanzó ayer su campaña proselitista con miras a las PASO de agosto próximo, que por ahora no se postergan. «En la Casa Rosada dicen que Alberto lanzó la campaña, y la intención fue fijar posición alineándose con los kirchneristas duros», señaló un funcionario de Balcarce 50.
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