Todavía no se conocen los daños que generará el huracán del «vacunatorio VIP» del renunciante Ginés González García. El presidente Alberto Fernández comentó con su comitiva en México que «lo de Zannini es un desastre» y ahora se analiza el camino a seguir con el Procurador del Tesoro, que es un funcionario de la vicepresidenta Cristina Kirchner. Debería pedirle la renuncia como a Ginés; pero si lo hace ello generaría una crisis en el Frente de Todos con el kirchnerismo. Ese es su gran dilema y, por ahora, lo medita.
No sólo debe cuidar esa fisura potencial en la coalición de gobierno. También su propio entorno sufre el resentimiento de una crisis feroz por la cadena de privilegios para vacunarse contra el coronavirus. Según pudo saber A24.com, su íntimo amigo y diputado Eduardo Valdés está enfurecido con el Presidente porque siente que lo dejó solo a la intemperie de un escándalo. Y el propio Alberto está irritado con su amigo por lo que ocurrió. «Por ese motivo, Valdés se llamó a silencio», dicen en la Casa Rosada.
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