El iceberg de la economía está en sus narices. Por eso, el presidente Alberto Fernández decidió flexibilizar algunas rigideces de su Gobierno y entablar un diálogo civilizado con la oposición, aunque le pasó facturas y recibió quejas. También por eso decidió que el viernes 17 aflojará la cuarentena del coronavirus y por otro lado admitió que se equivocó con la expropiación del Grupo Vicentin y se declaró “muy respetuoso de la propiedad privada”.
Según pudo saber A24.com, fue un mensaje al sector privado, a la sociedad crispada, a los sectores financieros y a los países que deben ayudarlo con la renegociación de la deuda, como los Estados Unidos.
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