¡Feliz día de la Bandera! Este Día de la Bandera es el más especial que nos ha tocado en nuestra vida. Por un lado, se cumplen los 200 años de la muerte de nuestro querido general Manuel Belgrano, creador de nuestro sagrado símbolo patrio, el que le dio colores, celeste y blanco, a nuestra Nación, colores que por esos misterios del destino resultaron, no sólo los del firmamento, sino los del Manto Sagrado de Nuestra Madre del Cielo. Por eso hay que seguir creyendo, perseverando, porque la Patria lo necesita y lo merece.
Recordamos otro Bicentenario al fin, el de la partida de uno de nuestros mayores próceres, el que combatió por nuestra Independencia, por nuestro futuro, y el que tenía un gran proyecto de Nación para que honremos. Este Día de la Bandera llega justo antes del Día del Padre, justo en el momento de mayores dificultades para este pueblo castigado. En el que más que nunca sufrimos por nuestros hijos.
En este Día de la Bandera nos toca pasarlo encerrados en casa, en medio del mayor desafío, el de sobreponernos a una Guerra contra un enemigo invisible, el que nos esclaviza, nos quita libertades, nos limita en nuestros movimientos. El que todos los días nos muestra de entre la muerte, la vida, las mezquindades y las grandezas de las que somos capaces los que nacimos y crecimos en esta tierra.
Todos los días tenemos que pelear por nuestra Independencia, por nuestros ideales y principios, fundar nuestra Patria. Todos los días debemos jurar la Bandera, como aquellos Patriotas, izar hacia lo más alto nuestros valores, los de la Vida, la libertad, la independencia, la propiedad de nuestra tierra, de nuestros bienes, de nuestros recursos naturales, los del respeto a la ley, al Estado de Derecho, a nuestra Constitución Nacional y la vigencia de la solidaridad con nuestros hermanos, a los que tenemos que garantizarles Justicia, prosperidad, la salud y educación.
Hoy se cumplen también 33 años desde el 20 de junio de 1987, cuando era soldado clase 1968 en el Regimiento de Infantería Mecanizada 24 de Río Gallegos, y me tocó aquella vez dar un grito de alma y corazón ante la toma de juramento que nos hiciera el jefe de Brigada, general Heriberto Auel: “¿Jurais a la Patria, seguir constantemente su bandera y defenderla hasta perder la Vida?”. Todos los 20 de junio de mi vida lo vuelvo a gritar. “Sí, juro”. ¡Qué lindo fue jurarte, Blanca y Celeste! Feliz Día, aquel soldado sigue peleando.