Tras tres semanas de intensa pulseada interna en el Gobierno, el presidente Alberto Fernández designó ayer jueves 11 de junio a María Laura Garrigós de Rébori, ex juez y fundadora de la agrupación kirchnerista Justicia Legítima, como subsecretaria de Asuntos Penitenciarios e interventora en el Servicio Penitenciario Federal (SPF). En ese mismo acto aceptó la renuncia de Emiliano Blanco, que había logrado la confianza de Losardo y estaba enfrentado con el kirchnerismo.
La renuncia de Blanco fue la consecuencia de una dura pelea que mantuvo con el viceministro de Justicia, Juan Martín Mena, luego de la crisis de la excarcelación de presos por riesgo de coronavirus a raíz de diversos fallos judiciales y acordadas de la Cámara Federal de Casación Penal y de la Cámara de Casación de la Provincia de Buenos Aires.
Blanco era partidario de un régimen más estricto para los detenidos y tenía confianza plena de Losardo, mano derecha y socia jurídica de Alberto Fernández. En cambio, Mena siempre respondió a la vicepresidenta Cristina Krichner y milita en la línea más garantista y abolicionista del derecho, por lo cual simpatizaba más con las resoluciones de excarcelación y prisión domiciliaria para los detenidos por delitos leves.
Desde que comenzó el gobierno altertista, Cristina volvió a colocar una funcionaria clave en un organismo sensible del Estado. Previamente, la vicepresidenta logró nombrar a Fernanda Raverta como titular de la Anses, y a Andrés Larroque como ministro de Desarrollo para la Comunidad en el gobierno bonaerense de Axel Kicillof.
Además, la agrupación La Campora logró la renuncia de Gonzalo Calvo, que era secretario de Articulación Política del Ministerio de Desarrollo Social. La designación de Garrigos de Rebori fue presentada por Alberto Fernández y Losardo como una nueva etapa. El presidente escribió en su cuenta de Twitter: “Tenemos la obligación de hacernos cargo del problema carcelario, una vieja deuda de la democracia”.
He designado a @marialgarrigos, una mujer de vasta experiencia en la Justicia penal, como subsecretaria de Asuntos Penitenciarios e interventora del Servicio Penitenciario Federal. Tenemos la obligación de hacernos cargo del problema carcelario, una vieja deuda de la democracia. pic.twitter.com/4JDiBJe1KA
— Alberto Fernández (@alferdez) June 12, 2020
María Laura Garrigós de Rébori fue jueza y fundadora de la agrupación kirchnerista Justicia Legítima. Se jubiló en 2018 en la Cámara de Casación Penal de la Ciudad de Buenos Aires. Precisamente, este año respaldó las excarcelaciones dispuestas por riesgo de Covid 19. Con 66 años, la ex jueza será subsecretaria de Asuntos Penitenciarios, cargo al que quería ascender Blanco y no pudo por la resistencia de Mena, que tiene respaldo de Cristina Kirchner. Ello desató una fuerte pulseada con el Ministerio de Justicia entre Losardo, que lo promovía, y el funcionario K.
Durante el gobierno de Cristina Kirchner (2007-2015), Garrigós defendió las polémicas reformas judiciales del kirchnerismo, como así también el intento de desplazar a Carlos Fayt de la Corte Suprema. De ese modo, Garrigós de Rebori es una funcionaria incondicional de Cristina Krichner.
Puse en funciones a @marialgarrigos como subscretaria de Asuntos Penitenciarios e interventora del Servicio Penitenciairo Federal. Trabajaremos estrechamente en los objetivos del gobierno en materia carcelaria. pic.twitter.com/xYis0gByxu
— Marcela Losardo (@mmlosardo) June 12, 2020
En cambio, la ex presidenta acusaba a Emiliano Blanco de tener excelentes vínculos con Juan Bautista Mahiques, fiscal general de la Ciudad de Buenos Aires, y por esa vía con el operador judicial macrista Daniel Angelici. Es que Blanco era director del SPF también durante el gobierno de Macri y tenía por encima suyo a Mahiques, que era el secretario de Asuntos Penitenciarios y de Relaciones con el Poder Judicial y era representante del Poder Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura de la Nación.
De allí la desconfianza de Cristina Kirchner hacia Mahiques, a quien responsabiliza por las causas judiciales de corrupción que pesan en su contra. Sin embargo, la vicepresidenta no tiene la misma valoración hacia el ministro del Interior, Eduardo «Wado» De Pedro, que también tiene excelente relación con Mahiques por el origen común de ambos, que es la localidad bonaerense de Mercedes. Lo cierto es que Cristina ganó otra pulseada e impuso a Garrigos, una funcionaria de su más extrema confianza.