La llamada Ley de emprendedores aprobada por unanimidad el 22 de marzo del 2017 donde entre otros beneficios a los pequeños emprendedores se dio a luz un nuevo tipo societario para la Argentina que permite que los pequeños emprendendores creen empresas y entren en el mundo formal de la producción esta tambaleando merced a un proyecto del Senador Parrilli Oscar que ya tiene despacho de comisión y será llevado al recinto.
Esta ley hay dio frutos y reales y concretos para mejorar la calidad de vida de los argentinos. Ese es el caso de lo logrado con la legislación de las llamadas SAS (Sociedad por Acciones Simplificada) durante la gestión de Cambiemos.
Emprendedores, especialistas, legisladores y gobierno trabajaron codo a codo para lograr que, a través de la sanción de la Ley de Apoyo al Capital Emprendedor, el país tuviera la oportunidad de aprovechar los beneficios que la SAS demostró dar en tantos países del mundo, en donde su surgimiento causó una revolución en materia de inversiones.
El éxito de la SAS tiene pocos precedentes. En solo tres años de existencia logró, según datos de AFIP, ser el tipo societario de mayor presencia con el 54,7% del total de empresas, muy por encima de las tradicionales Sociedades Anónimas y Sociedades de Responsabilidad Limitada, cuyas pesadas y rígidas estructuras no supieron adaptarse a los nuevos tiempos. ¿En qué se traduce esto? En la creación de aproximadamente 47.310 puestos de trabajo e infinitas oportunidades y progreso.
Sin embargo, Ricardo Nissen, la persona elegida por el actual gobierno para conducir nuevamente la IGJ (Inspección General de Justicia), hizo lo posible desde su asunción en tal entidad para complicarles su creación.
Es así que excediendo ampliamente sus facultades, dictó numerosas resoluciones generales mediante las cuales modificó completamente requerimientos para la inscripción de estas sociedades, otorgándole poderes de fiscalización a la IGJ que bajo ningún punto de vista le correspondían con sus facultades y competencias.
La transparencia de este nuevo tipo societario estaba de antemano asegurada en la legislación con lo cual la discrecional normativa que les aplicó lo era sólo al efecto de impedir que estas se generen. El organismo estatal se convirtió en enemigo de este procedimiento de generar fuentes de trabajo creando impedimentos administrativos y dándole rigidez a un procedimiento que nació para ser flexible a los nuevos tiempos.
Además intentó modificar su moderno espíritu de tecnología aplicada a la creación de empleo y quiso eliminar la SAS digital y los libros digitales para forzar una vuelta al papel. Este dato no es menor cuando dicha intención viene del Sr. Nissen, quien fuera apoderado de HOTESUR y de los hijos de Cristina Kirchner en dicha causa. El proceso penal determinó que los libros de la empresa HOTESUR habían sido adulterados con “Liquid-paper” y contaban con firmas apócrifas, lo cual no hubiera sido posible con los inalterables libros digitales que establece deben llevar las SAS según su ley de creación.
La reacción no se hizo esperar y la Asociación de Emprendedores de Argentina junto a decenas de abogados de incuestionable expertise, presentaron en el Juzgado Comercial Nº 24 un amparo con el objetivo de declarar la nulidad de tales resoluciones.
Lamentablemente, lo ocurrido en sede judicial no es la de considerar si procede un amparo frente a esta agresión legal, sino que, en cambio, se está ganando tiempo con un “análisis de competencia” para no resolver la cuestión de fondo, mientras que por otros pasillos, la mano derecha de la familia Kirchner y senador, Oscar Parrilli, logró el dictamen de un proyecto de ley que está próximo a tener media sanción, mediante el cual se pretende, entre otras barbaridades, suspender la constitución de las SAS, buscando con ello que se convierta en abstracta la presentación judicial del amparo de los emprendedores y destruyendo completamente en el camino esta vital herramienta de creación de fuentes de trabajo.
Sólo unos meses de los Fernández en el poder bastaron para que vuelvan las viejas estrategias que buscan alejar lo máximo posible la transparencia, la actualización normativa para crear sociedades y el aggionarmiento a modelos de creación de empleo que todo el mundo utiliza, pero nosotros, la oposición, debemos ser quienes traigan luz entre tanta oscuridad.
*Laura Rodríguez Machado es Senadora Nacional de Juntos por el Cambio