El ex candidato presidencial José Luis Espert comienza en estos días a trabajar con sus principales colaboradores para congregar a todos los partidos de la centroderecha en una coalición política, con miras a presentarse como candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires y postular candidatos en el 80% del territorio nacional para crecer respecto de las elecciones de 2019.
El objetivo es alcanzar un 6% a nivel nacional. Ese, dice, es el porcentaje que le marcaban las encuestas en las elecciones presidenciales del año último antes del «operativo del miedo» que asegura instaló el gobierno de Mauricio Macri para polarizar las elecciones contra el Frente de Todos, de Alberto Fernández y de Cristina Kirchner.
La coalición que imaginan Espert y Luis Rosales, quien lo acompañó como candidato a vicepresidente, estaría compuesta por varios partidos. Siguen las conversaciones con la Ucedé, el Partido Libertario, algunos distritos del Partido Demócrata y con los dirigentes Ricardo López Murphy, de Recrear, Chyntia Hotton, de Valores para mi País, y José Antonio Romero Feris, del Partido Autonomista.
La idea de Espert es lanzarse como candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires, mientras que negociaría la candidatura a diputado por la Capital con algunos de los otros dirigentes de peso del espectro liberal o conservador.
Según los allegados al ex candidato presidencial de Despertar, que sacó 1,7% en las elecciones generales de 2019, la crisis económica que se perfila como resultado de la pandemia del Covid 19, podría deteriorar aún más a las posibles candidaturas de Juntos por el Cambio por lo cual podría atraer votos de ese espacio.
Según el diagnóstico económico de Espert, la recesión que causará la cuarentena tendrá como correlato una fuerte suba del dólar y de la inflación hacia fin de año por el enorme nivel de emisión monetaria que hizo el Banco Central para cubrir el bache fiscal que dejó la parálisis de la economía.
Según quienes lo rodean, el presidente Alberto Fernández no podrá evitar el desgaste político de la crisis económica y, por otro lado, los dirigentes del macrismo no tienen credibilidad en materia económica. No obstante, no descarta dialogar con todos los dirigentes afines, menos con el kirchnerismo, del cual está en las antípodas ideológicas.
La apuesta del economista es seguir sembrando las ideas liberales para lograr que se instale la necesidad de bajar el gasto público para resolver el déficit fiscal, que a su juicio es el origen de todos los problemas macroeconómicos del país desde antes de la cuarentena y se agravaron mucho más en este contexto.