La cuarentena por el coronavirus no será la misma desde el domingo 7 de junio. Seguramente se prorrogará hasta el 21 de este mes, pero el gobierno porteño que dirige Horacio Rodríguez Larreta busca una mayor flexibilidad urgido por los reclamos económicos de su propio electorado, que buscará satisfacer siempre que la curva sanitaria de contagios lo permita. En la Ciudad comenzó a hablarse de «sintonía fina» y de «cuarentena inteligente».
El vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli, dijo en El Noticiero que se emite por la señal A24 que «es hora de hacer una cuarentena inteligente», con una «sintonía fina», usando la «imaginación» para poder «abrir algunos comercios y lugares». Se mostró abierto a hacer cambios, más de lo que se esperaba.
De todos modos, dejó en claro que todo dependerá de las definiciones que se acuerden con el gobierno de Alberto Fernández y con el gobernador bonaerense Axel Kicillof. El anuncio del Presidente se podría adelantar para el viernes próximo.
Las definiciones comenzarán a vislumbrarse el jueves próximo cuando tanto la Ciudad como la Provincia puedan analizar la evolución de la curva de contagios de esta semana, la clave para saber si endurecen la cuarentena, vuelven a una fase anterior, o si flexibilizan algunos sectores que piden reactivarse.
La provincia de Buenos Aires espera evaluar la curva de contagios hasta el jueves. Si se mantiene en un rango promedio de 300 casos diarios, se mantendrían las actuales condiciones de cuarentena, con industrias y comercios abiertos con protocolos y con el transporte restringido a los trabajadores esenciales. Si el pico se elevara a 500, en cambio, se analizarán mayores restricciones para no estresar el sistema de salud.
Lo mismo sucede en la Ciudad, más allá de que el contagio promedio en el distrito porteño es de 400 casos diarios. En la Ciudad tienen esperanza en mantener aplanada esa cantidad de contagios y en ese caso habría margen para aplicar una «cuarentena más administrada» en la que se puedan abrir algunos sectores más y descomprimir la tensión de las últimas protestas contra el encierro.